Al Valencia no le hace falta más casta, ni los famosos "cojones", ni jugadores con liderazgo, ni valencianizar la plantilla ni nada de lo que se está hablando en las últimas horas.
El fútbol es más sencillo que todo eso, al Valencia Club de Fútbol lo que le hace falta es dinero.
Muchas voces achacan la actual crisis de juego valencianista a la falta de implicación de los jugadores o a que éstos "no corren", pero fijémonos en aquello que todos desean, fijémonos en el Barça y el Real Madrid, ¿Acaso esos jugadores están más implicados? ¿De verdad alguien piensa que esos jugadores sienten más los colores? Señoras y señores, los jugadores de esos equipos son tanto o más mercenarios que los del Valencia, eso que no lo dude nadie.
Ahora bien, ¿donde está la jugada? Pues muy fácil, si fichas jugadores que son el doble de buenos que sus rivales, los días que rindan al 50% o 60% de su capacidad, seguiran siendo mejores que los contrarios. Es decir, págale 18 millones anuales a CR7 y el día que Cristiano rinda al 70% seguirá pasando por encima de sus contrincantes.
¿Cual es el problema? Lo de siempre, dinero, dinero y otra vez el dinero. Sólo hay dos equipos, que están por encima del bien y del mal, y que pueden fichar a este tipo de jugadores, y los demàs clubes de primera división sólo pueden rezar y esperar a que la temporada les vaya toda rodada, que no haya lesiones ni expulsiones en los momentos clave y que hayan acertado en los fichajes de completos desconocidos, que es a lo único que pueden aspirar.
Y cuando esto sucede, cuando un equipo de los mortales logra encadenar un par de buenas temporadas, es entonces cuando se ve obligado a vender a sus mejores jugadores y volver a empezar de nuevo.
Hubo un tiempo en el que las fuerzas estaban igualadas, no había reparto de derechos televisivos injustos y la liga era divertida, recuerdo cuando íba a ver el fútbol con ilusión, y sabías que cualqueir equipo podía lograr cualquier cosa, por que entonces sí que era cuestión de esfuerzo y dignidad. Por que cuando las fuerzas están más igualadas, el que destaca es el que más se esfuerza.
Pero ahora mismo, con la adulteración que existe en el fútbol español ya no queda ilusión, es todo una farsa, una gran mentira. Sólo unos nostálgicos que vivieron tiempos mejores y aún tienen en la retina esos partidos y esas temporadas de aquel Valencia que podía competir de tú a tú con cualquiera, saben de lo que hablo, los demàs quizá sigan pensando que se trate de una cuestión de "pelotas".
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